El plan de Dios para la familia

Desde la creación del hombre, el propósito de Dios ha sido la bendición y el bienestar del ser humano, a través de la constitución de la familia como eje de la humanidad.

Dios eligió una pareja (Génesis 2:18)

El matrimonio no es una idea del hombre, fue una idea de Dios; Él dio Adán una ayuda idónea, una compañera; que fuese el apoyo, el soporte.

Para el Señor el matrimonio es la extensión de su propia naturaleza, la plenitud de alegría, paz y abundancia. 

Uno de los momentos más emocionantes que puede experimentar el ser humano es el día de su boda. Dios se encarga de unir dos personas distintas, y les da su bendición para que ambos trabajen en la conquista de sus sueños y a su vez para construir una generación para Él; implicando convertirse en un ejemplo para su descendencia física y espiritual y de esta manera impactar generaciones enteras. (Proverbios 18:22)

A. Los unió en matrimonio (Génesis 1:28)

Dios bendijo a la pareja y ambos recibieron el mismo grado de responsabilidades; si esta se mantiene en plena armonía, estas tres bendiciones permanecerán sobre ellos:

 Fructificación, Multiplicación y Señorear.

B. Dios estableció el fundamento 

(Mateo 7:24-27)

El Señor dijo: el cimiento de un hogar es oír, guardar y practicar la palabra de Dios

C. Dios dió pautas

 (Génesis 2:15-25)

El hombre debe proveer para su casa y proteger su familia

Debe ser obediente compañero

El hombre marca el destino de su familia.

De los dos hizo uno solo

Protección

Transparencia

1. Importancia de la familia

Estabilidad Conyugal

 (Lucas 14:27-30): Dios guardara a los hogares de una separación.

A. Descendencia (Salmo 127:3-5): Los hijos son la heredad de Dios, si un hombre muere sin hijos su casa queda por edificar. Lo único que interrumpiría construir una generación para Dios es la infidelidad conyugal; al destruir una familia se disminuye la posibilidad de que los hijos continúen la bendición de Dios

B. Familia Bendecida 

(Salmo 128:3): La vid es una representación de la alegría y la fructificación, estas son dos habilidades que el Señor ha dado a las esposas. Los hijos son como olivos que representan la unción de Dios que es lo que da fuerza a la familia para conquistar.

C. Amor Conyugal 

(Efesios 5:28): El amor conyugal se debe alimentar a diario con palabras, actitudes y pequeños detalles, La pareja debe tener el compromiso de no permitir que la llama del amor romántico disminuya o se apague.

D. Liderazgo de la Mujer 

(Tito 2:4): La mujer debe desarrollarse ministerialmente y capacitarse para que pueda enseñar a otras mujeres.

2 Responsabilidades de la pareja

Aplicar una corrección Eficaz (Proverbios 13:24 y 22:15): La corrección debe ser para: 

Edificar: Los padres deben establecer limites para ayudar al crecimiento de los hijos. 

Motivar: El efecto de la disciplina es motivar a los hijos a que sean mejor cada día. 

Consolar: Los padres deben dar refugio a sus hijos en cualquier circunstancia. 

Dar una buena Instrucción (Proverbios 22:15): Si como padres logramos que los hijos tengan una comunión intima con Dios, se habremos cumplido una gran parte de nuestro deber; además debemos invertir tiempo en la formación de ellos. 

Proveer para las necesidades ( 1 Timoteo 5:8): La vida de cada persona se desarrolla en dos ciclos diferentes. En el primero los padres proveen a sus hijos para todas sus necesidades; en el segundo son los hijos los que tienen la fuerza de provisión para la familia y es cuando estos deben honrar a los padres con sus bienes. En cualquiera de los dos casos se debe hacer con una actitud de fe y con un corazón generoso. 

Valores Morales

(Colosenses 3:21; Efesios 6:4): La disciplina hacia los hijos debe ser equilibrada, no muy drástica pero tampoco permisiva. 

La mujer ejemplar (Proverbios 31:10): La mujer virtuosa edifica su casa y se convierte como el eje del hogar, tiene la habilidad de descubrir los dones de los hijos; discierne cuales son los negocios que más convienen a su marido; sabe el lugar donde sus hijos pueden crecer y tiene la habilidad para traer la prosperidad a la casa. 

Mantener un matrimonio ideal 

(Marcos 10:6-9): La posibilidad de divorcio es mínima gracias a las palabras de pacto con las cuales cada pareja une su vida en matrimonio delante de Dios y Dios les dará las fuerzas para superar cualquier obstáculo. 

El amor incondicional de Dios 

(Salmo 27:10): Aunque os padres dejen a un lado su responsabilidad primordial de proteger a sus hijos, Dios no lo hace; Él entra asumir esa responsabilidad por ello las manos de Dios están siempre abiertas para dar consuelo a cada uno de sus hijos. 

ES IMPORTANTE COMPRENDER LA INTENCIÓN DE DIOS DE REDIMIR MATRIMONIOS Y FAMILIAS Y RESTAURARLOS A SU PLAN ORIGINAL. 
FAMILIA ES UNA PALABRA QUE ESTA ARRAIGADA EN DIOS. ÉL DIJO ABRAHAM:  Y SERAN BENDITAS TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA.